Factores relacionados con las muertes violentas en hechos de tránsito con alcoholemia positiva

El alcohol ocupa sin lugar a duda el primer lugar en el mundo entre las sustancias psicoactivas que causan serios problemas sociales, ya sea por las tremendas consecuencias que provoca como por el volumen de su utilización. Es conocido a nivel internacional, y nuestro país no escapa a esta realidad,...

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Auteurs principaux: Perdomo Calderón, Christopher Rodrigo, Ruiz García, Edwin Ernesto
Autres auteurs: López, Astrid Yamileth
Format: Thèse
Langue:es_SV
Publié: 2024
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Accès en ligne:https://hdl.handle.net/20.500.14492/19702
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Résumé:El alcohol ocupa sin lugar a duda el primer lugar en el mundo entre las sustancias psicoactivas que causan serios problemas sociales, ya sea por las tremendas consecuencias que provoca como por el volumen de su utilización. Es conocido a nivel internacional, y nuestro país no escapa a esta realidad, que como señala la Organización Mundial de la Salud, el 50% de la morbimortalidad vinculada a los accidentes de tránsito está asociada al consumo de alcohol. (OMS 2009). El alcohol etílico o etanol, componente de todas las bebidas alcohólicas, es jurídicamente (y en esto reside el gran problema de este) una droga lícita que se consume y comparte libre y masivamente bajo un fuerte estímulo social y publicitario. El alcohol está implicado en el 50% de los accidentes de tránsito que provocan muertes o incapacidades definitivas y en algunos países en ciertas franjas etarias (adolescencia y primera juventud) este porcentaje se eleva hasta el 65%. (OMS 2009). Por otro lado, el 60% de nuestra vida transcurre en la vía pública, por lo tanto, ninguno de nosotros está exento de padecer un accidente de tránsito, esta problemática se trata de un acto de supervivencia colectiva. Detrás de estas cifras hay familias que no sólo sufren pérdidas afectivas irreparables, sino también desprotección económica, que hacen necesarias e imprescindibles las acciones preventivas por parte de las autoridades. (2009). El alcohol hace que quien conduce deteriore marcadamente su función psicomotora y la capacidad para conducir con seguridad, ya que disminuyen las funciones cognitivas, perceptivas y motoras de manera que en cuanto mayor es el consumo, mayor es la pérdida de estas funciones. Se dispone de gran cantidad de datos e investigaciones sobre la pérdida de habilidad motora bajo la influencia del alcohol